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David Batalla posa amb la FMAT.

El estudiante de Gestión Deportiva, David Batalla, posando con la FMAT

Hablemos de FMAT y startups con David Batalla

8 de abril de 2024

David Batalla es un estudiante del grado en Gestión Deportiva de la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte, a pesar de que también hizo tres años de CAFE en otro centro. Es un amante del deporte que decidió apostar por un proyecto que acerca los entrenamientos de fútbol a casa: la FMAT. La pasión y la organización son dos factores clave para poder llevarlo adelante.

Empezaste a hacer deporte a los diez años. ¿Qué disciplinas has probado?

Empecé con fútbol, que me acabó gustando mucho. Una persona de la confianza de mi madre, le dijo que para jugar a fútbol va muy bien compaginar los entrenamientos con un deporte en el que se hagan estiramientos, así que me apuntó a hacer taekwondo. Entonces, los estuve combinando, hasta que a los trece o catorce años me quise centrar más en el fútbol federativo.

A los quince años, pero, tuve que parar porque sufrí una anemia que me impedía correr. Como que, además, sacaba malas notas en la escuela, me tuve que centrar en los estudios. Entonces empecé con el gimnasio, hasta que a los dieciocho años retomé el taekwondo. Pero también lo tuve que dejar por temas de trabajo, horarios y compatibilidad. Entonces practiqué escalada durante dos años, hasta la llegada de la Covid-19. Durante la pandemia perdí toda la fuerza en los brazos, de forma que volví a ir al gimnasio.

El año pasado empecé a entrenarme para triatlón, pero me lesioné, porque tengo Genu Varum —una deformidad definida por la inclinación hacia fuera de la rodilla— y porque es un deporte hecho para personas muy ligeras, cuando yo soy muy pesado. Es por esta razón por la cual he vuelto a hacer artes marciales. Hago kickboxing y jiuj itsu.

Además, ocasionalmente también he esquiado, me he tirado en parapente, he jugado a airsoft, a paintball y a balonmano. Es decir, he probado de todo.

¿Cómo surgió la idea de la FMAT?

La idea no es mía realmente, o sea, somos tres socios. Yo tengo el perfil de CAFE, hay otro socio que tiene un perfil de audiovisuales y programación, y un tercero (Jordi Garcia) que tiene el perfil de entrenador y emprendedor.

Jordi es quien durante la pandemia se dio cuenta que su hijo, que juega a fútbol, no se podía entrenar. Y que cuando llueve se suspende el entrenamiento. Y que cuando sopla la tramuntana —es de Figueres—, también se cancela. De aquí surgió la idea.

En octubre del 2022 empezó a trabajar en esta idea y enseguida se dio cuenta de que necesitaba gente que lo ayudara. Me imagino que buscaba gente que tuviera conocimientos de entrenamientos, cuando me encontró en mí, porque yo había entrenado con el Barça Academy de Estados Unidos. Aquel fue el momento en que contactó conmigo: en octubre del 2023.

Soy una persona que si me proponen un proyecto con el que siento que tengo que participar, incluso sabiendo que tendré que trabajar gratuitamente durante seis meses o un año, lo hago. Al final, una persona emprendedora tiene que tener un poquito de este perfil que algunos dirían que es de pocas luces, de actuar más con el corazón que con la mente. Y en aquel momento yo sentí que lo tenía que hacer.

Descubre la FMAT

¿Qué es lo que te llamó la atención de esta idea?

Me pareció una muy buena idea. Es muy sencilla. Cuando estaba en el Barça Academy vi que había niños de seis años que no podían seguir la metodología, porque necesitas mucha técnica, pero no tenemos ninguna manera de trabajar esta técnica. Si estos niños tuvieran la FMAT en casa, sí podrían trabajarla bien, esta técnica.

El diseño también es muy sencillo: es como una alfombrilla, muy similar a la de yoga, pero más grande, donde hay dibujados seis puntos —que son diferentes si eres diestro o zurdo. Entonces, como se puede ver en la demostración, el deportista se pone encima con una pelota y de cara al televisor, pone en marcha los videos que vienen incluidos con la FMAT y tiene que imitar lo que se ve.

Finalmente, lo que más me interesó es poder desarrollar algo que solucione un problema. Que el niño pueda jugar a fútbol en casa o fuera del campo. Que desaparezca la situación en la cual pierdes la continuidad porque no puedes asistir a uno de los tres entrenamientos semanales o en verano. Al final esto es complementario, no creo que sustituya los entrenamientos, a pesar de que también se puede entender como un juego o una manera lúdica de mejorar la movilidad.

Es una idea con mucho potencial.

Vídeo presentació de la FMAT

¿Cómo ha sido, hasta ahora, la evolución de esta startup?

Empezamos cinco personas y ahora somos solo tres. Hemos pasado de tener reuniones una vez a la semana sin tener nada en firme a que nos inviten a ir a la ISPO Munich y al MWC. Hemos pasado de hacer encuestas a la gente para ver que les parecía el producto al hablar con empresas —de las cuales no te puedo decir el nombre— que son equipos de primera división, grandes ligas europeas, fondos de inversión de América, de Europa, detallistas de China, y torneos en la África y a Europa. Durante el MWC conseguimos más de cuarenta contactos.

Ha sido un trabajo de estar constantemente picando piedra durante los primeros meses, siguiendo la metáfora deportiva de “tú empiezas a trabajar y los resultados los ves a medio o largo plazo”. Entonces, ahora es cuando estamos viendo los resultados de todo el trabajo que hemos estado haciendo sin tener ningún tipo de retribución.

El MWC fue un punto de inflexión muy importante para la empresa, porque vimos que está a la altura del mercado. Personalmente, mi punto de inflexión fue cuando fui a Múnich en noviembre del 2023. Yo apenas empezaba en este proyecto, no conocía nadie y no sabía hasta qué punto era serio y, está claro, para mí, el hecho que nos invitaran a este congreso fue como un punto de confirmación del grado de seriedad del proyecto.

¿Cuál es la perspectiva de futuro para la FMAT?

Queremos que el producto esté listo en septiembre. Ahora entramos en una fase de validación del producto. Es posible que algún aspecto cambie, pero ahora ya tenemos una cosa que se puede entender como un producto final.

Todavía tenemos que hacer la fase beta de los videos. Cuando la tengamos, entonces lo distribuiremos a gente de nuestro público objetivo porque lo prueben y nos den su opinión. Esto es lo que tenemos a corto plazo.

También estamos mirando la manera de hacer una captación de fondos. No queremos que se pierda la identidad y la proximidad en ningún momento, porque si nosotros como trabajadores dejamos de tener la proximidad, el producto nunca la tendrá con los clientes. Entonces, la solución es hacer un crowdfunding con el producto beta para asegurar después un producto finalizado.

Y a largo plazo, queremos abrir un programa en un país de otro continente con el objetivo principal de mejorar la calidad de vida de la gente de allá, darles un servicio que no tienen, facilitar ciertas cosas o dar salidas a algunas situaciones. Por ejemplo, tenemos pendiente una idea de responsabilidad social corporativa, de simplemente regalar los videos en algunas comunidades de estos países sin que se lo tengan que comprar, y que se dibujen la FMAT al suelo.

Pero tenemos que plantearlo como un ecosistema que sea favorable para las tres partes. Es decir, para nuestra empresa, para la empresa con la que hacemos el partenariado o acuerdo y también para la población objetiva, que al final es la más importante. Y siempre desde la perspectiva de largo plazo, crear este ecosistema y que pueda durar diez o veinte años. Similar a lo que hacen algunas fundaciones.

¿Qué consejo le darías a alguien que quisiera compaginar los estudios con una startup?

Siempre he estado muy centrado en los estudios, incluso he sacado algunas matrículas de honor, pero no es viable seguir manteniendo la buena media y llevar una empresa. Quizás no saco un nueve o un diez, pero sí un siete o un ocho. Al final esto requiere mucha atención y siempre se tiene que priorizar algo —yo hago un 40% vida privada, 30% FMAT, 20% universidad y 10% deporte—.

Le recomendaría que se tome los estudios con calma, porque con la startup también se aprende mucho. Yo creo que, fundamentalmente, lo que se necesita es disponibilidad de tiempo. Como que nunca sabes cuánto te pedirá, siempre tienes que tener un poquito de margen. Y es muy normal que una semana tengas trabajo y otra no, o que una semana te vayas al MWC o al ISPO y que otra semana no hagas nada. Esta variabilidad es según la demanda, por lo tanto, se tiene que ser muy organizado.

También le diría que sea curioso, que haga una cosa que lo motive al 100% y que no negocie con un mismo. Es decir, que si se compromete a hacer algo, que la haga. Hay muchas veces que piensas “¿Por qué lo hago? Podría estar trabajando, podría ganar dinero…”. No pueden negociar “hoy no me apetece u hoy no me encuentro bien”, lo tienes que hacer y ya está.

Y de cara a tu futuro, ¿Tienes otra idea que quieras hacer para mejorar el ecosistema deportivo?

Sí, te puedo hablar también de mi TFG. Yo soy muy deportista, me estaría cuatro horas al gimnasio. Conozco la vida con y sin el deporte, y no puedo vivir sin él. Cuando me lesiono y no puedo hacer deporte, me deprimo.

Entonces, yo quería ayudar un poquito la gente que quiere hacer deporte pero no lo consigue —ya sea por falta de motivación o por prioridades—, centrándome especialmente en la gente mayor.

La gente mayor tiene tres grandes problemas: uno, que se sienten solos; dos, que se sienten inútiles; y tres, que su estado físico va bajando. Lo que quiero es crear un espacio para la gente mayor donde se puedan sentir útiles, quizás hacer viajes anuales, y que puedan conocer gente que esté en la misma situación que ellos. Todo mediante el vehículo del deporte.

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