El presente y el futuro de la psicoterapia

Tal como planteó en el título de su conferencia, el Dr. Fernández Álvarez introdujo la reflexión con un interrogante: ¿A qué debemos llamar hoy Psicoterapia? El Dr. Fernández Álvarez plantea que en la actualidad el término psicoterapia se ha desdibujado, y confundido con prácticas intrusivas, por lo que es importante clarificar qué es Psicoterapia. Y para ello recurre a la definición American Psychological Association, destacando que es una aplicación informada e intencional, que requiere de métodos clínicos, derivados de principios psicológicos, con el propósito de asistir a las personas para modificar su conducta, cogniciones, emociones u otras características personales en la dirección a lo que los participantes consideren deseable.

Existe un amplio reconocimiento, con investigaciones que así lo confirman, de la efectividad de la psicoterapia. Pero el punto débil de la práctica psicoterapéutica estaría en saber porqué en unos casos es eficiente y en otros no. Y este interrogante conduce a un mapa que es necesario reformular.

“Necesitamos un nuevo mapa de la Psicopatología”; esta es una de las frases centrales del discurso del Dr. Fernández Álvarez. Una psicopatología que incluya calidad de vida, procesos básicos y dimensiones de personalidad. En este nuevo mapa se recupera “enfermedad” y se elimina “trastorno”. Reivindica así el uso del diagnóstico con el ICD (Clasificación Internacional de Enfermedades), cuestionando el DSM 5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales 5).

El Dr. Fernández Álvarez valora la alianza terapéutica como el mejor predictor de resultados en todos los modelos de intervención psicoterapéutica. Aboga porque el futuro de la psicoterapia está en los abordajes transdiagnósticos, buscando fundamentos generales basados en el estudio de los procesos neuropsicológicos, con el objetivo de reducir malestar en las perturbaciones emocionales.

El reto de los psicoterapeutas será desarrollar habilidades genéricas para tratar con distintos problemas clínicos; y realizar una labor de prevención para aumentar la capacidad de las personas en la gestión de su salud mental, concluyó el Dr. Fernández Álvarez.